Wednesday, March 21, 2012

Gracias al PRI

Transcribo un articulo de Denisse Dresser.....
Saludos a todos!
@alvarovelazquez

DRESSER, Denise.

Gracias al PRI

Cada vez que Beatriz Paredes Rangel abre la boca es para vanagloriarse de lo que el PRI ha hecho por México. Gracias al PRI hay estabilidad política, dice. Gracias al PRI no hay polarización, insiste.

Gracias al PRI el país no se ha hundido aún más ante el fracaso de los panistas, repite. La lideresa recorre la República buscando palmadas en la espalda mientras pide regresar al poder a un partido responsable de sus peores vicios. La priista denuncia la ineficacia y la inexperiencia de diversos funcionarios panistas incapaces de limpiar el tiradero que su partido dejó tras de sí.

Hay mucho de paradójico en su proceder porque existe otra lista de cosas vinculadas con el PRI que valdría la pena recordar. Hay otras contribuciones por las cuales el electorado debería estar menos agradecido. México arrastra un legado que no debería ser motivo de aplausos; México carga con una herencia de la cual los priistas se distancian pero de la cual son responsables.

Gracias al PRI, el narcotráfico infiltra al Estado y se enquista allí. A partir de la década de los ochenta, el negocio de la droga comienza a crecer y lo hace con protección política. Con la complicidad de miembros de la Policía Judicial Federal y de agentes de la Dirección Federal de Seguridad. Con la colusión de gobernadores como Mario Villanueva Madrid y otros dirigentes priistas de narcomunicipios y estados fronterizos. A lo largo de los años, la estructura política del priismo provee un caparazón al crimen organizado, que avanza no a pesar del gobierno, sino en buena medida gracias a él. Cuando los panistas llegan a la Presidencia se encuentran un Estado rebasado, se enfrentan a autoridades estatales cómplices, se topan con policías infiltradas, apelan a procuradurías indolentes. Y, sin duda, tanto la administración de Vicente Fox Quesada como la de Felipe Calderón Hinojosa no han encarado el reto de la mejor manera; el primero por omisión y el segundo por falta de previsión. Pero lo innegable es que no son responsables del problema: lo heredan. hoylos priistas culpan al gobierno panista de aquello que ellos mismos engendraron.

Gracias al PRI hay alguien como Joaquín Gamboa Pascoe y lo que representa. Líder vitalicio, elegido en un evento reciente para liderar la central obrera hasta 2016. Líder hasta la muerte, encumbrado después de una votación fast track y por aclamación.

Rodeado de mujeres bailando en biquini, meciéndose al son de las maracas y las fanfarrias y las porras. Impasible ante los reclamos por los lujos que despliega y los relojes que ostenta. Y, en esa misma reunión, Beatriz Paredes no alza la voz para cuestionar las prácticas antidemocráticas del corporativismo, sino que niega su existencia. Argumenta que México ha cambiado y que los trabajadores son libres y merecen respeto, cuando lo ocurrido en ese evento es señal de la podredumbre de siempre.

La genuflexión de siempre. La alianza de siempre. El pacto de siempre. El liderazgo del PRI ofrece prebendas a cambio de apoyo político. Tan es así que, sin ningún rubor, Gamboa Pascoe sostiene que hizo cuentas con Paredes para incrementar, en el próximo proceso electoral, el número de posiciones en el Congreso de integrantes cetemistas. Así, el PRI ratifica su preferencia por las prácticas del pleistoceno.
Gracias al PRI el gobierno se percibe como botín compartido. No hay frase que resuma mejor esta visión que la atribuida a Carlos Hank González: un político pobre es un pobre político. El PRI permite que quien llegue a algún puesto desde hace décadas piense que está allí para enriquecerse. Para hacer negocios. Para firmar contratos. Para embolsarse partidas secretas. Para otorgar concesiones y recibir algo a cambio. Sólo así se explica la Colina del Perro construida por José López Portillo. Sólo así se explica la fortuna acumulada en las cuentas suizas de Raúl Salinas de Gortari. Sólo así se entiende el reloj de 70 mil dólares que porta Carlos Romero Deschamps. Sólo así se comprende el guardarropa de Elba Esther Gordillo Morales. Gracias al PRI gran parte de la población considera que la corrupción es una conducta habitual y aceptable que acompaña a la función pública.

Gracias al PRI la impunidad se vuelve una forma de vida. El PRI inaugura un sistema para compartir el poder basado en la protección política a sus miembros, al margen de las leyes que violan, los estudiantes que asesinan, los desfalcos que cometen, los robos que encabezan, los desvíos que ordenan.
La lista es larga y escandalosa: Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo, Carlos Salinas de Gortari, Raúl Salinas de Gortari, Mario Marín Torres, Arturo Montiel Rojas, Jorge Hank Rhon, Roberto Madrazo Pintado, Emilio Gamboa Patrón, José Murat Casab, Ulises Ruiz Ortiz.
Y para protegerse a sí mismos promulgan leyes a modo, saltan de puesto en puesto, intimidan a periodistas, negocian amparos, compran apoyos y corrompen jueces. Entonces no sorprende que en la lista de candidatos del PRI se encuentren varios excolaboradores de Arturo Montiel Rojas acusado de peculado y enriquecimiento ilícito encargados de exonerarlo.

Quizás Felipe Calderón Hinojosa entiende lo que el PRI le ha hecho al país y por ello exclama: Dios quiera y no regresen a la Presidencia, como lo hizo en una reunión reciente. Pero si eso ocurre, tanto él como su predecesor habrán producido ese desenlace al optar por un pacto de no agresión desde hace ocho años. Al suponer que bastaría sacar al PRI de Los Pinos sin modificar sustancialmente su modus operandi.
El gran error del PAN ha sido tratar de operar políticamente dentro de la estructura que el PRI creó, en vez de romperla. El gran error del PAN ha sido creer que podría jugar mejor el juego diseñado por el PRI, en vez de abocarse a cambiar sus reglas. El gran error ha sido emular a los priistas en vez de rechazar la manera de hacer política que instauraron.

Por ello ahora que el PRI denuncia el fracaso del PAN, en cierta medida tiene razón. Los aprendices son fustigados por los maestros experimentados. Los panistas han fracasado en el intento de gobernar como lo hacían los priistas. Los panistas han fracasado en su intento por adaptarse a las reglas de instituciones que el PRI torció. Los panistas no han logrado pactar eficazmente con los narcotraficantes; no han logrado comprar eficazmente a los líderes sindicales; no han logrado beneficiar eficazmente a los grandes empresarios; no han logrado ocultar eficazmente los negocios que han hecho en su paso por el poder; no han logrado combatir eficazmente la impunidad porque también se volvieron cómplices de ella. Gracias al PRI el país padeció tantos años de mal gobierno. Gracias al PAN es probable que la historia se repita.

***Comparte si amas a México***

Tuesday, March 13, 2012

Cuidado México

La gente que me conoce, sabe que pienso igual que el autor de este articulo, por eso lo copio y pego en mi blog.

Leanlo vale la pena ....

@alvarovelazquez





Elogio de la frívola estupidez
Por Daniel Salinas Basave

Hace un par de meses escribí en El Informador una columna titulada Tres libros y un copete, en donde reflexiono sobre la rampante ignorancia del candidato presidencial priista Enrique Peña. Desde entonces a la fecha he recibido más de un centenar de correos de lectores, la mayoría de ellos manifestando su coincidencia con lo ahí expresado, aunque otros tantos reclamándome e incluso insultándome por mis puntos de vista. Llevo más de dos años publicando esta columna todos los jueves, donde tradicionalmente hablo de Historia, y la verdad nunca antes lo aquí escrito había generado semejante reacción. Me han echado en cara por igual ser amlista o anti amlista (no cabe duda que cada quien interpreta un escrito como quiere) me han dicho panista y me han acusado de perseguir oscuros intereses. Así las cosas, considero pertinente aclarar algunos puntos.

Sobre los intereses que persigo al expresar mis ideas, les diré que se reduce a uno solo: poner mi sencillo granito de arena para que Enrique Peña Nieto no gane las elecciones.Tan simple como eso. ¿A quién apoyo? A quien tenga más posibilidades de derrotarlo. Josefina o AMLO me dan igual. Ninguno de ellos me gusta demasiado para ser honesto, pero le regalaré mi voto al que antes de la jornada electoral esté en mejores posibilidades de derrotar al priista. Ahora que si se trata de escribir la historia de lo que pudo haber sido y recurrir al mágico e iluso hubiera, diré que me habría encantado que Marcelo Ebrard estuviera en la lista. Sin conocerlo personalmente me parece por mucho la mejor de las cartas que había en el devaluado escenario nacional, el menos flaco en un corral de escuálidos caballos.

No me gusta el entorno, pero considero que la abstención es el peor de los caminos, así que si aun no decido por quién votar, por lo menos ya estoy seguro de por quién no voy a votar. Al menos una certeza tengo en esta vida. ¿Por qué me siento tan seguro? Es lo que intentaré explicar. De entrada, podría apostar doble contra sencillo a que Enrique Peña Nieto es el candidato con el cociente intelectual más bajo que ha tenido el PRI en toda su historia. Su estatura intelectual es francamente miserable. Vaya, frente a un José López Portillo, un Carlos Salinas de Gortari y ya no digamos un Ernesto Zedillo (del Poli), Peña es un enano mental. Me refiero exclusivamente a capacidad intelectual y por favor no interpreten esto como una apología de corruptos consumados como López Portillo y Salinas de Gortari. Ladrones, cierto, pero inteligentes y capaces de seducir con su intelecto y no solo con una carita maquillada. Zedillo es punto y aparte y siempre merecerá todo mi respeto . A lo que voy con la comparación, es que imagino perfectamente a estos tres ex presidentes hablando y sorprendiendo en un foro de la ONU o en Harvard (Zedillo de hecho es mente maestra por esos lares)pero con toda franqueza no imagino el ridículo que haría un bobo consumado como Peña Nieto en un foro internacional de jefes de estado. Vaya, un personaje cuyos valores y conceptos lo hacen más parecido a Paris Hilton que al jefe de una nación en vías de desarrollo, no puede aportar conceptos más profundos que las respuestas para una revista socialité. Francamente nunca había escuchado un discurso de candidato presidencial tan artificial, tan hueco, tan insustancial, tan lleno de lugares comunes. Ideal para el twitter y el teleprompter. No cabe duda que una sociedad deprimida y sumida con el hartazgo como la mexicana es propensa a comprar espejitos. El problema es que la bisutería de Peña es realmente baratísima y a leguas se nota que vende un producto falso. Pero si como candidato me parece hueco y carente de conceptos e ideas, como ser humano me parece una verdadera basura, una persona desechable. Vanidoso, ególatra e hipócrita. Falso por cada costado de su ser. Un personaje así, enamorado de sí mismo, obsesionado por su arreglo personal y por su figura en el espejo, no puede traer nada bueno para México. Me sorprende que entre sus potenciales votantes haya tantas mujeres enamoradas de su imagen de muñequito de feria.

Las mexicanas votarán por un tipejo hipócrita capaz de engañar a su esposa y desentenderse de los hijos que ha tenido fuera del matrimonio. El perfecto irresponsable generador de madres solteras. Que no me vengan algún día las votantes de Peña con discursos de equidad de género y liberación femenina, porque al apoyar a ese monumento a la falsedad, solamente están demostrando su bajísima autoestima. También me sorprende un país que se pretende democrático donde seguimos viendo humillantes acarreos y expresiones de bajísimo servilismo y pleitesía como las observadas durante su mitin en Mexicali. El peor México posible es el México de Peña Nieto, el México de tv y novelas, el México de los millones de viviendas miserables donde no habrá nunca un solo libro y sí en cambio una antenita de televisión. El México patriotero de camiseta tricolor en el Mundial y fervor religioso en visita papal. El México que tiene la autoestima por el suelo.

El México de la cultura de la simulación y la hipocresía que prefiere pactar con el crimen organizado a enfrentarlo.

Me disculpan, pero yo siento verdadero asco por un país así y por eso mi voto es contra Enrique Peña Nieto.


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